La Economía del futuro

satélite en el espacio con la tierra al fondo

 Nuestra órbita cada vez está más contaminada, tanto que parece un basurero. Esto se debe en primer lugar, a que muchos de nuestros satélites artificiales se han quedado abandonados sin ninguna utilidad. Y, ¿De quien es la culpa? De nosotros y de nuestra tecnología. Es por esta razón que la ciencia aeroespacial está buscando una solución para una economía más sostenible.

Tomasso Ghidini

En este ámbito cabe mencionar a un hombre que ha sido muy importante a la hora de  conseguir muchas mejoras, Tommaso Ghidini. El es un ingeniero mecánico licenciado en el Centro Aerospacial de Colonia en Alemania, jefe en el sector que se ocupa de garantizar la integridad estructural de la ESA. Es decir toda la gama de programas y misiones espaciales de el European Space Agency.

En su libro llamado “Hombre Celestis” explica como será la economia del futuro y sobre todo, el hombre  algunos años después de haber colonizado nuestro satélite.

 

Debido a que tenemos más de 3.800 satélites que no funcionan en la órbita y que contaminan la atmósfera las principales agencias espaciales ven ahora el tema de manera muy diferente, podemos decir que lo ven de una forma más ecológica. De hecho la ciencia quiere lograr construir satélites que sean biodegradables o sea que puedan disolverse en la atmósfera cuando ya sean  inoperativos. El objetivo es crear órbitas cementerios. 

Es más, estos objetos de metal y plástico serán reciclados y reutilizados para construir una base fija en la Luna o en Marte. Este proceso se denominará “circular economy”. Resumiendo, los restos de las órbitas artificiales inactivas serán llevados a la Luna para construir bases donde el hombre pueda establecerse. Será muy importante la ayuda de los robots, ya que serán ellos los que decidirán que pedazos reutilizar y como reutilizarlos, harán una buena parte del trabajo.  Además Ghidini afirma que se utilizarán también materiales locales como arena, rocas y minerales de la Luna gracias a la tecnología de la impresión 3D, tecnología que ya fue bastante experimentada en la Estación Espacial Internacional.

¿Será posible lograr este objetivo que parece tan futurístico? Los expertos nos contestan a través de un ejemplo, afirmando que la ciencia aeroespacial ya está tan avanzada para idear un satélite que pueda estar a una distancia de 40 millones de kilómetros del sol, prácticamente casi en el sol.

Además sabemos que se podrá vivir en Marte puesto que se encontró agua salada y es más ya pasaron algunos años desde que el primer hombre llegó a Marte. Ghedini con estos ejemplo nos trasmite su esperanza para el proyecto.

Está claro que, para retomar el discurso de “Homo Caelestis”, el hombre tendría que cambiar su fisiología debido a muchas diferencias entre Marte y la Tierra como la fuerza de gravedad. La gravedad del planeta rojo es aproximadamente un tercio a la de la Tierra. Por eso nuestro cuerpo tendría que adaptarse y evolucionar de Homo Sapiens a Homo caelestis.

Concluyendo si hablamos de “economía del futuro” rápidamente pensamos en la nueva economía digital de la inteligencia artificial o a las “machine laerning”, instrumentos que están revolucionando el mundo y favoreciendo la eficiencia y calidad de los procesos productivos.

imagen aerea de marte

Por el contrario, leyendo el articulo podemos observar que este término se refiere a una innovación todavía más grande, hasta parece inalcanzable. Una nueva economía que revolucionará nuestro entorno cultural y al parecer también la manera de como estamos hecho. Claro este proceso va a llevar mucho tiempo, por lo tanto vamos a fijarnos en  las nuevas economías que se están difundiendo, entre toda la economía verde para un mundo sostenible y la economía digital para un mundo más innovador.

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